Existen varios tratamientos para la rotura del ligamento cruzado posterior. La cirugía mejora la inestabilidad y dolor de la rodilla. |
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Existen diferentes opciones para el tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso.
La fisioterapia y las infiltraciones consiguen muy buenos resultados. Es importante diferenciar otras causas de dolor en la rodilla.
¿Qué es la tendinitis de la pata de ganso?
Se conoce como pata de ganso a una estructura anatómica formada por los tendones semimembranoso y semitendinoso y la bursa que los rodea. se localiza en la zona interna de la rodilla, sobre la tibia. La tendinitis de la pata de ganso es la inflamación de la inserción tibial de estos dos tendones.
La tendinitis de la pata de ganso aparece principalmente en mujeres de más de 50 años sobretodo si tienen lo que se denomina genu valgum o ángulo Q aumentado, también se puede producir si existe una pronación del pie. Este tipo de problema de la alineación de la extremidad inferior, conduce a un incremento del stress o fuerza en la zona medial sobre los tendones de la pata de ganso.
En otros casos, la tendinitis de la pata de ganso aparece en personas deportistas que realizan un incremento importante de la actividad deportiva como correr o el ciclismo.
La tendinitis de la pata de ganso causas de dolor en la zona medial de la rodilla. Este dolor aparece de forma progresiva al realizar actividades normales como subir o bajar las escaleras. A medida que la tendinitis progresa, se presenta un dolor más intenso y continuo que incluso impide la actividad normal.
En la exploración de las personas que presentan una tendinitis de la pata de ganso, se evidencia un dolor en la zona medial de la rodilla sobre la tibia que sube hacia arriba. La palpación de la zona es muy dolorosa.
Es importante valorar si existen otras causas de dolor de la rodilla, como una rotura meniscal interna, una artrosis de rodilla, una lesión del ligamento colateral, un quiste de baker o un edema óseo en zona tibial interna.
En casos que existen degeneración de la articulación de la rodilla podemos encontrar varios de estos problemas que nos pueden dificultar saber y conocer la causa del dolor.
En otras ocasiones la tendinitis de la pata de ganso aparece en pacientes que se han operado de una artroscopia de rodilla o una prótesis de rodilla. Es una causa frecuente de dolor en la rodilla después de estos dos tipos de tratamiento quirúrgico. El tipo de dolor es muy parecido a de las personas no operadas.
Diagnóstico de la tendinitis de la pata de ganso.
El diagnóstico de la tendinitis de la pata de ganso, es principalmente clínico. El tipo de dolor y la exploración de la rodilla son en muchas ocasiones muy típicas de tendinitis de la pata de ganso. Se recomienda solicitar una ecografía para valorar el grado de tendinopatía.
También es necesario realizar una radiografía y quizás una resonancia magnética para valorar si existen otras causas de dolor en zona medial.
A destacar, que en pacientes de más de 50 años que en la resonancia magnética se aprecia una rotura del menisco interno de la rodilla, puede ser totalmente asintomático y no causas dolor alguno.
Tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso.
El tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso es progresivo y estadiado.
Fase 1 de tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso:
Se recomienda iniciar el tratamiento mediante rehabilitación o fisioterapia, El uso de cremas antiinflamatorias o cremas naturales con arnica pueden ayudar a mejorar el dolor. En caso de dolor muy intenso se puede realizar un tratamiento corto de antiiflamatorios. Se recomienda el uso de una rodillera o una cincha rotuliana. El uso de kinesotape para el tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso también ha demostrado buenos resultados
Se puede usar una plantilla para mejorar el arco plantar interno para mejora la mecánica de la marcha y mejorar la inflamación de los tendones.
El ejercicios y la potenciación muscular de la cadena cinética inferior, glúteos, cuádriceps, isquiotibiales y adductores ayuda a compensar la funcionalidad de la extremidad, recordemos que la tendinitis de la pata de ganso aparece por un problema mecánico.
Existen otros tratamientos naturales como la osteopatía o la acupuntura que pueden mejorar el dolor de la tendinitis.
En este vídeo de fisioterapia online, se puede ver el tratamiento inicial para la tendinitis de la pata de ganso.
Si el tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso no ha mejorado con la fase 1, se recomienda el tratamiento mediante la fase 2. En esta fase se pueden realizar tratamientos con ondas de choque, tratamiento con Indiba o infiltraciones en la zona de la pata de ganso.
En mi experiencia, recomiendo realizar una infiltración en la zona tendinosa, lo que en la mayoría de las ocasiones produce una gran mejora de los síntomas de dolor.
Hay que destacar que en la gran mayoría de los casos de tendinitis de la pata de ganso, se mejoran con el tratamiento de las fases 1 y 2.
En los casos que no existe mejora del dolor, se recomienda valorar nuevamente si efectivamente es una tendinitis de la pata de ganso o si el dolor puede venir de otras lesiones.
Fase 3 de tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso:
En los pocos casos que no se mejora clínicamente del dolor, se recomienda valora una cirugía. Existen varias técnicas para el tratamiento. Una de las técnicas es la desinserción tendinosa y reinserción posterior. Se ha de valorar muy bien este tipo de casos para no realizar una cirugía que empeore la clínica de dolor.
Como hemos visto la tendinitis de la pata de ganso es una causa importante de dolor en la parte interna de la rodilla. Es importante realizar siempre un diagnóstico completo y valorar si existen otras causas de dolor por que es muy habitual. Recordemos que la tendinitis de la pata de ganso afecta principalmente a dos tipos de personas, a los deportistas y a las mujeres de más edad. El tratamiento fisioterápico o incluso el tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso mediante una infiltración consigue la mejora del dolor en la gran mayoría de los casos.
La fractura de clavícula precisa de un tratamiento específico para conseguir la mejor recuperación tras la lesión. La cirugía consigue una recuperación acelerada con pocos riesgos.
Es importante realizar una buena fisioterapia y musculación para el retorno deportivo.
Es una lesión que se produce después de una caída con contusión sobre el hombro o el brazo.
Se pueden realizar varios tratamientos para la fractura de clavícula, un tratamiento conservador para fracturas no muy desplazadas y una cirugía para las fracturas de clavícula más desplazadas.
Los resultados finales son habitualmente buenos.
¿Qué es la clavícula?
La clavícula es una hueso que se encuentra en la zona anterior entre el torax y el hombro. Tiene la función de conectar la escapula con el esternón. Las articulaciones acromioclavicular y esternoclavicular permiten el movimiento entre el hombro y el torax.
La clavícula tiene una forma de S alargada.
¿Cómo se produce una fractura de clavícula?
La causa más habitual de la fractura de clavícula es la caída casual con contusión directa sobre el hombro o sobre la extremidad superior. Si esta caída tiene un fuerza importante puede causar la factura de clavícula.
La caída o contusión también puede ocasionar otras lesiones de la extremidad superior y hombro como la fractura proximal del húmero, la fractura de glenoides o luxaciónes como la luxación acromioclaviculares o la luxación esternoclavicular.
Tras una fractura de clavícula se ha de valorar la posible existéncia de otras lesiones asociadas en el hombro como lesiones tendinosas, lesiones del labrum, lesiones nerviosas etc... y que pueden explicar persistencia de dolor tras una fractura de clavícula.
¿Cómo se diagnostica la fractura de clavicula?
El diagnóstico de la fractura de clavícula es principalmente clínico, el dolor en la zona anterior de la clavícula y una deformidad o hinchazón importante son claros para el diagnóstico, La persona habitualmente tiene imposibilidad de elevación o movimientos de la extremidad por el dolor.
La radiografía permite la valoración del tipo y localización de fractura de clavícula.
Existen varias clasificaciones de la fractura de clavícula que tiene en cuenta la localización de la fractura, el desplazamiento, la presencia de fragmentos o conminución.
A nivel práctico se clasifican las fracturas de clavícula en no desplazadas o desplazadas o en fracturas simples o conminutas.
En ocasiones es necesario realizar un TAC en el caso que sospechemos otras fracturas o lesiones asociadas como puede ocurrir en pacientes con lesiones de alta energía, accidente de moto, caÍdas de altura etc...
La fractura de clavícula es una lesión que en general tiene un muy buen pronóstico de recuperación final a nivel de dolor y funcionalidad.
Existen dos tipos de tratamientos posibles para la fractura de clavícula.
El tratamiento que se denomina conservador y el tratamiento quirúrgico.
Existen mucha controversia en la literatura médica en cuanto a valorar cual es el mejor tratamiento y en que pacientes y tipo de fracturas se ha de realizar un tipo de tratamiento u otro.
Se han realizado varios estudios comparativos entre un y otro tratamiento con pocas diferencias finales.
Lo que si que diferencia un u otro tratamiento es la recuperación que tiene el paciente tras la cirugía.
El tratamiento conservador de la fractura de clavícula consiste en colocar una inmovilización del hombro tipo sling o un 8 de guarismo, cualquier de los dos sistemas ha demostrado buenos resultados.
La fractura de clavícula habitualmente se consolida entre las 4 y 6 semanas dependiendo de la conminución, el desplazamiento y la edad de la persona. Este es un buen tratamiento pero en el caso de fracturas muy desplazadas puede producirse un retraso de consolidación de la fractura que posteriormente precise una intervención.
En caso de niños de menos de 14 o 16 años es el tratamiento indicado en caso de fracturas desplazadas o no desplazadas de clavícula.
El tratamiento quirúrgico de la fractura de clavícula consiste en una cirugía que permite la reducción anatómica de la fractura y la osteosíntesis o fijación ósea de la fractura mediante una placa con tornillos.
El tratamientos quirúrgico permite una reducción anatómica de la fractura y una recuperación más rápida ya que a los 7-10 días de la cirugía se permite la movilidad del hombro.
Por contra la cirugía no está exenta de riesgos como infección, falta de cicatrización de la herida, hematomas u otras lesiones menos frecuentes.
En un % importante es necesario realizar una segunda cirugía para la retirada de la placa de la clavícula.
Personalmente recomiendo realizar un tratamiento conservador de la fractura no desplazada de clavícula.
En el caso de fracturas desplazadas, fracturas conmintuas o con riesgo de lesión cutánea recomiendo realizar un tratamiento mediante una cirugía,
RECUPERACION TRAS LA FRACTURA DE CLAVÍCULA.
En el caso de realizar un tratamiento conservador se recomienda el uso del sling o 8 de guarismo durante unas 4 a 6 semanas,
Sobre las 2 o 3 semanas según el dolor que se tenga se permite realizar ejercicios de movilización del hombro tipo pendulares y posteriormente ejercicios de movilidad pasiva.
A las 4 o 5 semanas se permite realizar ejercicios de movilidad activa y posteriormente ejercicios de fuerza.
En el caso de realizar un tratamiento con cirugía de la fractura de clavícula, se recomienda un período inicial de reposo de unos 7-10 días para que la herida pueda cicatrizar bien y no se produzcan hematomas, Posteriormente se pueden realizar ejercicios pendulares, movilidad pasiva y posteriormente movilidad activa para la el tratamiento de la fractura de clavícula.
En este link podéis ver el tipo de ejercicios que se pueden realizar para la recuperación de la fractura de clavícula.
Se espera una recuperación tras la cirugía de la fractura de clavícula sobre las 4 o 5 semanas.
La actividad deportiva se puede empezar a las 3 semanas, ejercicios como la bicicleta o ejercicios de core.
Fractura de clavícula en niños de menos de 13-14 años.
En el caso de fracturas de clavícula de niños aun en crecimiento óseo ( menos de 13 o 14 años ) se recomienda realizar un tratamiento conservador de la fractura aunque sea una fractura de clavícula desplazada. La capacidad de regeneración y de unión ósea es muy importante en estas edades.
En este vídeo podréis ver la recuperación y tratamiento de una fractura de clavícula.
La bursitis subacromial es una causa frecuente de dolor. Precisa un tratamiento específico para mejorar el dolor y conseguir una buena recuperación.
Un tratamiento mediante ejercicios y pautas de recuperación puede ayudar en la recuperación
Existen muchas causas que pueden generar dolor en el hombro como la rotura del manguito rotador, la rigidez del hombro o la tendinitis cálcica. Pero una de las más frecuentes es la bursitis subacromial o subdeltoidea.
Qué es la bursitis subacromial
Se trata de una inflamación de una de las estructuras anatomicas que forman parte de la zona subacromial del hombro: La bursa .
Esta estructura es como una bolsa que tiene la función de permitir la movilidad del hombro y evitar el impacto entre los tendones del manguito rotador y el hueso acromion, por esto tiene el nombre de bursa subacromial.
En ciertos casos y por diferentes causas se puede originar una inflamación de la bursa subacromial lo que genera un incremento del tamaño de la misma con dolor y limitación a la movilidad del hombro.
Causas de la bursitis subacromial
La gran mayoría de veces la bursistis subacromial subdeltoidea se produce por una alteración de la movilidad y del funcionamiento del hombro. Una mala mecánica de hombro, que recordemos es la articulación que tiene más movilidad del cuerpo produce una inflamación en la zona subacromial donde está la bursa.
La mala mecánica funcional del hombro se produce principalmente por una alteración muscular, ya sea por poco uso o por falta de musculación completa como puede pasar en los deportistas.
Se produce una inflamación de la bursa subacromial y un dolor en la zona del hombro. En muchos casos si el problema persiste pude llegar a la rotura parcial o completa del manguito.
Síntomas de la bursitis subacromial subdeltoidea.
El principal síntoma es el dolor en el hombro. En muchas ocasiones el dolor es poco definido, puede ser en la zona anterior o en la zona posterior del hombro. Este dolor incrementa con ciertos movimientos como subir el brazo o con las rotaciones. En general el dolor del hombro incrementa por las noches como en otros problemas o lesiones del hombro.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico es principalmente clínico. Se explora el hombro y se valora la movilidad y el dolor que se presenta.
Es importante valorar y descartar otras lesiones asociadas en el hombro que pueden simular o que pueden presentarse en el mismo momento que la bursitis subacromial: una inestabilidad de hombro en pacientes jóvenes, una rotura del manguito rotador, una artropatía acromioclavicular o una rigidez de hombro pueden ser los diagnósticos diferenciales.
Se recomienda realizar una radiografía del hombro para valorar que no exista una artrosis glenohumeral.
La ecografía o la resonancia magnética son las principales pruebas que se recomiendan para valorar bien el estado del manguito rotador y la presencia de la bursitis.
Existen muchos tratamientos para la bursitis. Se recomienda realizar unos tratamientos progresivos y de forma secuencial.
Tratamiento inicial.
Se recomienda iniciar el tratamiento con unas pautas de rehabilitación o fisioterapia para mejorar la funcionalidad del hombro.
En los casos más severos con mucho dolor, se recomienda empezar por un tratamiento con analgésia y cierto reposo. Mucha inmovilización del hombro no es recomendable ya que puede generar rigidez del mismo.
La fisioterapia va enfocada a ganar la movilidad del hombro mediante ejercicios de máxima movilidad y sobretodo en muscular bien toda la musculatura alrededor del hombro, sobretodo la musculatura periescapular que es la base del hombro.
Recomiendo también el uso de calor local y de cremas con arnica.
Tratamiento mediante infiltraciones.
En el caso que el tratamiento inicial no haya sido efectivo, se recomienda realizar un tratamiento mediante infiltraciones en la zona subacromial.
Existen varios tipos de infiltraciones para este problema. En los casos de dolor severo y limitante recomiendo empezar por una infiltración de trigon con anestesia. En otros casos se puede realizar una infiltración de ácido hialurónico o de factores de crecimiento.
En general las infiltraciones junto con los ejercicios y la rehabilitación mejoran considerablemente el dolor por la bursitis subacromial.
Tratamiento mediante cirugía
En ciertos casos que se han realizado los tratamientos anteriormente citados de fisioterapia, movilidad, infiltraciones etc... y no se consigue una mejora del dolor se puede recomendar un tratamiento mediante cirugía.
Se realiza una artroscopia de hombro con visualización del espacio subacromial y se realiza una bursectomía o limpieza del espacio subacromial.
La artroscopia de hombro acostumbra a tener un rápido postoperatorio con inicio de la movilidad a partir de los 4 o 5 primeros meses.
El tratamiento de la Luxación acromioclavicular actual permite una rápida recuperación del hombro a su actividad habitual. En los casos de lesión desplazada se aconseja la estabilización quirúrgica.
¿Qué es la luxación acromioclavicular?
El hombro es una articulación compleja formada por varias estructuras todas unidas entre ellas para permitir que sea la articulación con más movilidad del cuerpo. Una de estas articulaciones es la acromioclavicular, que une la clavícula con el acromion.
La articulación acromioclavicular está estabilizada por varios ligamentos que permiten mantener su posición. Se conocen como los ligamentos coracoclaviculares y los ligamentos acromioclaviculares.
La luxación acromioclavicular se produce tras una caída accidental con contusión sobre el propio hombro.
La contusión directa sobre el acromion produce un efecto palanca que lesiona los ligamentos estabilizadores de la articulación acromioclavicular, produciendo lo que se conoce como luxación acromioclavicular.
Esta lesión es muy frecuente en ciclistas, en jugadores de rugby y futbol americano.
¿Síntomas y diagnóstico de la luxación acromioclavicular?
Los sintomas más frecuente de la luxación acromioclavicular son el dolor en la zona anterior del hombro y la deformidad del mismo. Se puede apreciar el ascenso de la punta de la clavícula en casos más severos de luxación acromioclavicular
El diagnostico es principalmente clínico, el dolor en al zona anterior del hombro, sobre la articulación acromioclavicuilar tras una contusión es muy típico.
Es recomendable realizar una radiografía para valorar la separación entre el acromion y la clavícula.
La clasificación de la luxación acromioclavicular denominada clasificación de Rockwood se establece según el grado de separación radiografía.
Existen 6 tipos de luxación acromioclavicular que van de menos grado de desplazamientos los tipos I II y III hasta los tipos que presentan una separación muy severa como los tipos IV V y VI.
El tratamiento inicial más recomendado para una luxación acromioclavicular es el reposo, el uso de un sling para inmovilizar el hombro y los analgésicos-antiiflamatorios.
Es importante destacar que como cualquier lesión de hombro, los primeros dias son doloroso y la persona tiene varias dificultades para dormir.
Una vez se ha establecido el diagnóstico y la clasificación de la luxació acromioclavicular, se realiza el tratamiento definitivo.
El tratamiento de la luxación acromioclavicular de los tipos I y II es conservador, no se recomienda la cirugía.
Se realiza una inmovilización del hombro durante unas 3 semanas y posteriormente se inicia un periodo de recuperación de la movilidad del hombro. Posteriormente se recupera la propiocepción y la fuerza.
El tratamiento de la luxación acromioclavicular de los tipos IV V VI es siempre quirúrgico, se recomienda una reducción y una estabilización de la articulación.
La luxación tipo III es la que tiene un tratamiento más controvertido. Diferentes estudios han comparado el tratamiento conservador con el tratamiento quirúrgico, los resultados muestran que los pacientes se recuperan un poco antes sin realizar una intervención, pero queda una cierta deformidad en el hombro.
Es importante valorar que ha veces es difícil diferenciar radiográficamente una luxación acromioclavicular tipo III con la tipo V.
Tratamiento quirúrgico de la luxación acromioclavicular
Como se ha comentado en los tipos IV V y VI, y en algunos casos de tipo III se recomienda realizar un tratamiento mediante cirugía.
Los objetivos del tratamiento quirúrgico en la luxación acromioclavicular son la reducción de la articulación y la estabilización osea.
Existen diferentes técnicas que todas han demostrado buenos resultados.
Actualmente recomiendo en los casos severos la reducción abierta y la estabilización mediante una placa gancho. Este tipo de cirugía permite una rápida recuperación del paciente. En muchas ocasiones este tipo de placa precisa la retirada.
Otro sistema que usamos mucho es el sistema de suspensión entre la clavícula y la coracoides,
Tras una luxación acromioclavicular se recomienda realizar un tratamiento mediante inmovilización con un sling o cabestrillo durante unos 10-15 días.
En el caso de que se realice un tratamiento quirúrgico o tratamiento conservador se recomienda empezar la movilización pasiva del hombro mediante ejercicios pendulares sobre las 2 semanas.
Posteriormente se pueden realizar ejercicios de movilidad asistida y finalmente ejercicios de movilidad activa
La pauta de ejercicios de tratamiento de la luxación acromioclavicular es muy similar a la pauta de recuperación de la inestabilidad de hombro, pero con menos tiempo de inmovilización inicial.
En este link se pueden ver varios vídeos para realizar ejercicios para el tratamiento de la luxación acromioclavicular.
Complicaciones de la luxación acromioclavicular
La lesión del hombro luxación acromioclavicular tiene en general un pronostico muy bueno de recuperación y de retorno al deporte. Pero no todas las luxaciones acromioclaviculares evolucionan bien, en ocasiones existen pacientes que desarrollan una artrosis acromioclavicular que precisa su tratamiento.
En otros pacientes la deformidad residual que queda es importante y requiere de una intervención quirúrgica para corregir este problema. El tratamiento más habitual para este tipo de lesiones de luxación crónica acromioclavicular, es la cirugía. Se realiza una resección de la parte distal de la clavícula y se estabiliza la clavícula con una plastia ligamentosa entre la coracoides y la clavícula.
Los resultados del tratamiento de las lesiones crónicas de luxación acromioclavicular son buenos.
Dr M Ballester
Traumatólogo especialista en artroscopia y Traumatología deportiva
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